El avance del plan que define los usos del suelo del futuro recinto empresarial empieza a dar forma al proyecto para trasladar La Ermita.
Quedan años por delante para que el proyecto sea una realidad en toda su magnitud, pero los primeros pasos hacia la construcción del nuevo Parque Empresarial de Marbella empiezan a dejar al descubierto algunas de sus características. El avance del plan de sectorización de los terrenos de La Serranía, en la zona norte de la ciudad y donde se trasladará el polígono La Ermita, que acaba de recibir el Ayuntamiento permite -aunque en una fase muy inicial- empezar a encajar algunas piezas. A grandes rasgos se podría decir que el nuevo recinto empresarial supondrá un cambio en la fisonomía de la ciudad. De un lado, porque junto a la actividad industrial y económica prevista, en la zona irá un gran parque. De otro, porque su desarrollo, tal y como lo recoge el Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Occidental y el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, contempla la creación de una vía de conexión directa entre las zonas norte y sur de la ciudad. Un nuevo eje que unirá la carretera de Ojén con La Bajadilla. Así queda al menos trazado en los primeros esbozos con los que ya trabaja el área de Urbanismo del Ayuntamiento.
Ambos documentos urbanísticos identifican estos suelos, localizados al norte del Centro Comercial La Cañada y al Sur de la variante de la AP-7, como los que mejor se adecuan a dar respuesta a esta oferta productiva singular. Una oportunidad para diseñar un parque empresarial ordenado que compatibilizará actividades económicas (oficinas, naves industriales e incluso actividad hotelera) con los llamados servicios avanzados, es decir, empresas dedicadas a la innovación y a las nuevas tecnologías.
Del total de 841.264 metros cuadrados de los que dispone el ámbito, 505.574 metros se destinan a usos libres, en concreto, un gran parque público que su día será todo un referente en la Costa del Sol dada su extensión. La complicada orografía del terreno, los parámetros de reserva de suelo compatibles con la actividad que se va a desarrollar, unido de la existencia de un área de alcornocales protegida, y a los viales que serán necesario acondicionar dan como resultado la existencia de esta importante bolsa de metros cuadrados destinados a espacios libres.
De momento, el uso residencial no está contemplado en esta zona. No obstante, como sostiene el concejal de Urbanismo, Pablo Moro, «se estudiará si es razonable o no una modificación del PGOU para que ello sea posible». En ese estudio se tendrán en consideración las nuevas tendencias del urbanismo que aconsejan, para proyectos de parques empresariales de las características del que se está diseñando en Marbella, la existencia de un pequeño porcentaje de suelo residencial, de tal modo que estas ciudades industriales tengan vida más allá de las actividad de las empresas allí establecidas. En cualquier caso, en el diseño final primará la actividad industrial y económica.
Con el avance del plan de sectorización perfilado, el siguiente paso será su apertura a sugerencias. El estudio del arquitecto malagueño Ángel Asenjo, Urbaconsult, autor del avance, deberá redactar igualmente el plan de sectorización que en última instancia deberá recibir el visto bueno de la Junta de Andalucía. Será el paso previo la urbanización de los suelos. En total, se calcula que solo la tramitación previa se podría prolongar durante dos años.
Respaldo autonómico
El Ayuntamiento pretende que la que está llamada a ser una de las actuaciones emblemáticas para la ciudad de Marbella en la última década cuente desde sus primeros pasos con el respaldo de la Administración autonómica. Con esa idea, y con los primeros informes bajo el brazo, al alcaldesa Ángeles Muñoz se reunió esta semana en Sevilla con el Consejero de Economía, José Sánchez Maldonado. Un encuentro en el que se abordó igualmente el desarrollo del parque tecnológico en Guadaiza. Aunque en la situación económica actual deberá ser la iniciativa privada la que tire de ambos proyectos, el Consistorio quiere que el Ejecutivo regional vaya de la mano del local desde el arranque de modo que ambas actuaciones sean declaradas como proyectos estratégicos de Andalucía, lo que otorgaría una mayor agilidad a una tramitación ya de por sí complicada.
Una vez definidos y aprobados los usos del suelo en La Serranía, el trabajo se centrará en el entorno de La Ermita, de donde tendrá que salir la actividad industrial actual. «Será el momento de estudiar la casuística de cada uno de los empresarios», sostiene Pablo Moro. En cualquier caso, sí aclara que todos los usos que actualmente existen en el polígono no tendrán que trasladarse. En este punto señala a la llamada industria escaparate, que seguiría existiendo en la reordenación que se haga en la zona. La idea: sacar del centro de la ciudad las naves industriales y transformar la zona sur en un espacio residencial, comercial y de ocio.
Fuente: Diario Sur